Yolanda Ibarrola, consejera de Justicia de Madrid: "La agresividad en política no lleva a ninguna parte"

Yolanda Ibarrola (Madrid, 1964) regresó a la primera línea en 2018. Abogada de profesión, su perfil técnico y discreto convenció a Garrido para recuperarla como consejera de Justicia de la Comunidad de Madrid, puesto que ya había ostentado en 2003, durante la legislatura fallida del 'tamayazo'. Entonces, también ejerció solo durante unos meses. Hoy, a unas semanas de que se extinga su mandato, anuncia la agrupación del núcleo civil de Madrid "a la vuelta del verano" y mantiene que la capital necesita una ciudad de la Justicia pese al fracaso del proyecto de Aguirre. Sobre pactos, cree que su partido no antepondrá los principios ni el programa.

La creación de la Consejería de Justicia al final de la legislatura y usted misma fueron una apuesta personal de Ángel Garrido. ¿Qué le parece que no sea el elegido?

Será buen parlamentario en Europa, esté en el Gobierno de la nación o en el autonómico. Tiene el don de la negociación y la palabra, algo importantísimo para cualquier político. Lo ha reconocido el propio presidente del PP.

Dígame la medida de la que se siente más orgullosa que ha tomado en este corto tiempo, de apenas un año.

Si tuviera que elegir algo especial, cambiar el decreto de pago del turno de oficio a abogados y procuradores para que puedan cobrar mensualmente ha sido una mejora sustancial.

¿Dan por enterrado el conflicto con el sector? Durante años hubo muchas protestas.

Sí. Las que hay ahora son contra el Ministerio. La Comunidad de Madrid no tiene críticas. Por otra parte, también hay que resaltar todo lo que se ha hecho con la mejora de las infraestructuras...

Algunos de esos proyectos dependerán de lo que pase en las elecciones.

Yo no puedo dar fe de lo que pueden hacer otros partidos, pero sí el PP, porque ya lo ha dicho la candidata, que va a continuar con este plan.  No sé cuáles son las prioridades de los demás.

Usted coincidió con Isabel Díaz Ayuso durante su paso por el Gobierno. ¿Qué más prioridades debería tener en Justicia?

Eso lo dirá la candidata dentro de poco. Estamos absolutamente alineadas en cuanto a lo que necesita este área.

¿Confiará en usted para estar en las listas?

Lo tendrá que decir ella.

Pero, ¿le gustaría?

Yo no me propongo. Estaré donde el PP considere que soy de utilidad.

¿Cree que los consejeros actuales, sus compañeros, tienen derecho a estar si lo desean?

Las listas tienen un númerus clausus... Corresponde a la candidata saber quién quiere que le acompañe.

Todas las encuestas dicen que el PP, si quiere mantener la Comunidad, necesitará a Vox. ¿Gobernaría usted con un partido que exige que Madrid devuelva sus competencias en Justicia, o sea, que desaparezca su Consejería?

Primero hay que contar los votos, porque lo mismo nos llevamos una sorpresa. Sobre la posibilidad de hacer pactos, que está en la mesa, hay que dejar claro que mi partido no va a renunciar a ninguno de sus principios por uno.

Vox también pide eliminar el jurado, suspender la libre circulación o no acatar las sentencias de los tribunales internacionales...

Jamás se aceptaría como requisito sine qua non que las personas puedan ir armadas por la calle. Jamás. Es indiscutible el respeto a las fuerzas de seguridad y a la propia seguridad de todos. Se pueden hacer muchos pactos, pero no va a haber ninguno que ponga como requisito renunciar a un programa de gobierno con el que se ha concurrido a las elecciones. Porque los programas son contratos: los ciudadanos te votan porque confían en que lo vayas a hacer.

Uno de los deberes de la Consejería era acabar con la dispersión de sedes. En Madrid ya se creó el núcleo penal, pero queda el civil.

En la Comunidad hay 21 partidos judiciales. Diez ya están agrupados, los últimos en Alcobendas y Aranjuez, y el resto están casi todos en marcha. En la capital, pusimos en marcha el núcleo penal, una inversión tan importante como la inauguración de Plaza de Castilla hace 40 años. Faltan los de primera instancia: la mitad estaba ya en Capitán Haya [ahora, Poeta Joan Maragall], por lo que parecía lógico que el resto, desperdigados, se acercaran. Hemos alquilado un edificio próximo y se están haciendo las obras de adaptación para trasladarlos, posiblemente, a la vuelta del verano.

En este tema, quiero añadir una cosa. Cuando se habla de infraestructuras, muchas veces solo pensamos en metros cuadrados. Nosotros hemos tenido un especial cuidado con los menores en todas las obras que hemos hecho. Una sede judicial impone respeto, miedo; más para un menor que, además ,es víctima de un delito o está sufriendo un divorcio agresivo. Por eso hemos puesto en marcha espacios donde estén cómodos para que puedan declarar, por ejemplo, con una cámara Gesell. También tenemos un servicio de perros para que les acompañen y se relajen y hemos instalado cambiadores en todos los servicios. De hecho, creo que soy la única consejera de Justicia que ha puesto columpios en un juzgado, en la oficina de atención a víctimas.

Se comprometió a que cada fiscal tuviese un despacho. ¿Lo ha cumplido?

Con la crisis y la creación de nuevos juzgados, todas las sedes judiciales estaban 'achicadas'. Todo el mundo se había hacinado un poco para llevar a cabo su función jurisdiccional. Teníamos despachos compartidos con tres o cuatro fiscales. Eso impide su trabajo, por ejemplo, con los protocolos de conformidad. Se requiere una discreción. El plan de modernización ha girado en torno a eso. En el núcleo penal, en Leganés, Alcobendas, Getafe o Pozuelo se ha conseguido o hay proyectos de ampliación. No puedo decir que en todos los juzgados cada fiscal tiene su despacho, pero vamos camino de conseguirlo.

Parece que se queda pendiente porque la Consejería no se creó al principio. ¿Les ha faltado tiempo?

A un político siempre le falta tiempo para seguir mejorando.

Pues el acuerdo para reactivar el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses casi no llega.

Hemos trabajado con los sindicatos durante meses para ponerlo en funcionamiento, acordando el número de personas, las especialidades... No se debe ahorrar en esfuerzos para acordar. Entre las novedades, están la investigación y la dirección, que, por cierto, hemos querido que sea técnica, no política.

¿Teme que, en un momento de fragmentación del voto, perfiles como el suyo tengan una vida política más limitada frente a otros más agresivos?

La agresividad no lleva a ninguna parte. Si algo debe caracterizar a un político es el parlamentarismo, el uso de la palabra como insturmento político.

Las instalaciones del Instituto estarán en San Blas en lugar de en el único edificio construido del Campus de la Justicia. ¿Qué va a pasar con 'el rosco'?

Esta parcela está esperando a recibir una sentencia. En cualquier caso, el edificio que está allí no puede funcionar de manera independiente, está pensado para que sea un conjunto (en su alimentación, los viales...). Madrid merece una agrupación de todas las sedes judiciales, como las grandes ciudades españolas, y, antes o después, la tendrá. Mientras, se hace la agrupación por jurisdicciones en la capital.

Entonces, ¿la agrupación es un parche?

Es que, con independencia de cuándo se reactive, los madrileños no pueden estar esperando una solución ni tener nueve enclaves por la capital, porque no llegan. Construir una nueva ciudad de la Justicia, agrupar todas las sedes en un mismo espacio, llevará unos años.